Desde que la economía global entra en
crisis Europa no da una a derechas (es un decir, porque de derechas
son casi todas las políticas europeas actuales). Empiezan a fomentar
la austeridad pero no suprimen grandes dispendios europeos como puede
ser incluso la PAC, siguen financiando cierres empresariales,
restringiendo a base de subvenciones la libre compentencia,
impidiendo el derecho al trabajo como lo hacen por ejemplo con
Navantia que tiene que limitar su actividad a contratos militares, de
esto hablaré otro día.
Pero lo más grave no es esto sino la
falta de estructuras verdaderamente necesarias para el funcionamiento
de una Unión Europea auténtica, como sería un Banco Central
Europeo (BCE) autónomo y no dependiente de un único país, una
institución similar a la Reserva Federal de EEUU, capaz de actuar
para defender el dólar y la política económica americana. Defender
la moneda única no se debe limitar a comprar euros para mantener su
cotización alta (artificialmente alta, diría yo), esto precisamente
es lo único que ha hecho el BCE en los últimos años, algo que
precisamente contribuye al desastre haciéndonos demasiado caros en el
exterior y por lo tanto bajando nuestra competitividad. Sin embargo, el
BCE no puede comprar deuda pública de los países comunitarios,
solamente lo hace esporádicamente, ¿por qué? La respuesta a esto
voy a omitirla porque no resulta nada convincente.