14 de noviembre de 2015

Yo no armo terroristas ¿y mi país?

Consternación ante los atentados de París.
Naturalmente que estoy consternado por lo ocurrido en París ayer, me hierve la sangre cada comentario que veo con un mínimo resquicio de complacencia hacia los terroristas.

La barbarie no tiene justificación posible y cuando se atenta contra seres inocentes e indefensos que nada tienen que ver con la supuesta causa que defienden los totalitarios menos aún.

No todos los muertos valen lo mismo.
Estamos en una sociedad convulsa, hiperconectada e interrelacionada. Un acontecimiento en el rellano de nuestra escalera puede tener difusión y repercusión mundial en cuestión de minutos, algo impensable hace solamente dos décadas. Pero finalmente esa conexión es únicamente tecnológica, en último de cuentas sigue influyendo la vinculación emocional, no todos los muertos valen lo mismo, para mí tampoco.

Lloremos los muertos sin clamar venganza, sino justicia

Mis más sinceras condolencias a las víctimas del terrible atentado perpetrado en París por un grupo de fanáticos que se autodenominan ISIS. Condolencias para sus familias y para todo el pueblo francés.

Es ciertamente paradigmático que en nombre del Islam, religión que significa Paz, y en París, la ciudad del Amor y la Libertad haya ocurrido semejante atrocidad.

Ante tal barbarie apenas puedo articular palabra, las lágrimas en los ojos impiden ver con lucidez, o precisamente esa niebla es la que convierte en lúcida la mente.

En estos momentos de terrible desolación, donde observamos la mayor bajeza del ser humano, también podemos apreciar la grandeza del mismo, la mutua colaboración de seres desconocidos, unidos por el lazo de la adversidad, la participación de personas anónimas ayudando a sacar a los heridos de entre los escombros de la discoteca, las palabras de aliento, las atenciones, los abrazos…

7 de noviembre de 2015

Tránsfuga, bonito calificativo en boca de los traidores

Parece que a algunos la noche (e incluso el día) los confunde como a ese novio cubano de una famosa folclórica española.
¿Cómo se puede acusar de transfugismo a quien simplemente se venga del que le ha clavado una puñalada por la espalda no apoyando a quien le ha traicionado? Nuestro idioma es bien rico en vocablos como para no tergiversar el sentido de las palabras. Alguna habrá en el diccionario que lo defina pero no tránsfuga.
El señor Manuel Martínez ha sido traicionado por sus compañeros de partido y por dos lunáticos del BNG. Los primeros porque han firmado un documento que ahora afirman no les vincula. Deben ser alumnos del Colegio Mariano. Para la gente decente un contrato firmado conscientemente se debe de cumplir. No he visto que manifiesten haber sido engañados ni obligados a punta de pistola por el señor Martínez a firmar. Por lo tanto entiendo que han suscrito un compromiso, aún a sabiendas de que no le iban a cumplir lo prometido (la delegación de obras) sino con el único objetivo de recuperar la Diputación de Lugo. Los del BNG, si bien no habían firmado ese documento, eran perfectos conocedores de lo comprometido, ya que, toda la provincia lo conocía pues se había publicado en diferentes medios de comunicación.

5 de noviembre de 2015

Comedia sarriana

No voy a ser yo quien defienda tan esperpéntico espectáculo como está ocurriendo en Sarria. Unos y otros se tiran piedras y se ponen zancadillas. Desconozco quién o quienes tienen razón y, a decir verdad, ni siquiera me importa. Creo que Sarria se merece otra clase de gobernantes.
En este selecto valle, hasta el noble arte del periodismo cambia de significado y pasa del mero observador que cuenta la realidad al calificador de comportamientos que, cual avezado cirujano, profundiza en la herida a la busca del tumor que en sus propios dedos lleva. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el siguiente artículo.

Este ayuntamiento ha estado desgobernado por unos cuantos años, gobernado por funcionarios otro buen puñado de ellos y a merced de intereses urbanísticos privados la mayoría del tiempo. El urbanismo ha sido un estrepitoso desastre, para muestra: las estructuras en forma de cubo (conocidas eufemísticamente como edificaciones) colocadas en la Outarela.
En esta categoría no voy a incluir la obra del Malecón y pseudo-encauzamiento del río porque su belleza no es de este mundo y mi humilde pluma se siente incapaz de calificar.